Parte V

Yo, que soy la más estúpida me olvidé. ¿Qué podría pasar? Me estoy muriendo de miedo en este momento. Pero nadie sabe que fuimos nosotras, nadie sabe que fui yo.
Si les cuento lo que pasó, entonces seguro me van a entender. Tengo que contar todo lo que pasó durante estos cuatro días que no escribí a causa de Navidad, Fin de año, Año nuevo, la inflación y el cambio de horario.
El día que fuimos a la casa de Helena, volví a las 9 y algo a mi casa. No había nadie. Estaba mi hermanito, Alex.
-Y mamá y papá?
- Se fueron.
- ¿A qué hora se fueron?
- No se, como a las 6.
- Ah... ¿Y dijeron algo? De mi, digo.
- No..
- ¿No preguntaron?
- No.
Bueno, genial. Tengo que admitir que a veces me gusta ser la Nadiemeprestaatención. Miré mi celular. Ni siquiera una llamada perdida, ni siquiera un mensaje.
Un remolino de emociones me sacudió el cuerpo, me quemó la cabeza. Estaba feliz y a la vez enojada de que mis papás no hayan preguntado por mi, estaba nerviosa por lo que había pasado a la tarde, tenía miedo.
No entendía nada.
Cuando llegó mi mamá, me dijo que la ayude a preparar la comida para el 24.
Yo estaba tan concentrada en otra cosa que me corté y me sangró. Me lavé y me lo vendé. Estaba tan distraída que me quedé pensando.
- Qué, ¿Te duele mucho?
- No.. No.. me.. duele. - Dije mirando para otro lado.
- ... Ah... como te mirabas tanto.
Terminé y me fui arriba. Lloré.
Al otro día era navidad y yo me iba a ir a la casa de mi abuela. Mi abuelo no iba a estar.
Recordé una conversación.
- Así que te vas a la casa de tus abuelos.
- Yo no tengo abuelo.
Me sorprendí. ¿Cómo hice para decirlo tan firme, tan segura, tan irónica? Cómo si lo que quisiera hacer fuera con mala intención.
No lo se. Otra vez me encerré en mi bendita pieza. Ahi todo todo lo que había era mío, las paredes escritas, los dibujos pegados, los libros. Todo.
Me sentía realmente protegida ahí. Entonces abrí mi mochila para empezar a escribir todo.
(Desde lo de la conversión que escuchamos accidentalmente escribo todo) Y entonces lo vi.
Repito, no puedo ser tan estúpida. Ahí seguía ese diario. El otro, el que no era el mío.
El diario de Leticia.
Creo que lo miré por lo menos 10 minutos, hasta que me decidí y lo abrí.

Soy Leticia Montanolli, no tengo más de 15 años. Y estoy enamorada.
No es ese un problema de gran importancia, pero lo es cuando uno se pone a pensar que mis padres son demasiado protectores y con 15 años de edad lo más atrevido que hice fue viajar en colectivo con una amiga hasta Capital.
Nota mía: Waw, si que la sobreprotegían.
Mi problema con mi enamorado comenzó cuando yo, tuve problemas psicológicos. Algo parecido a la epilepsia. La otra tarde estabamos acá, en mi casa. Tuve un ataque. Casi lo asesino por accidente.

No lo puedo creer. ¿Qué hago?

1 comentario:

Solchu J. dijo...

COMO CASI LO ASESINO :|
Postea Jude!